Un grupo de científicos internacionales ha demostrado, por primera vez en peces, que es posible inducir el desarrollo gonadal de una especie introduciendo en el alimento moléculas de ADN especialmente preparadas para contener genes de hormonas sexuales.
La novedosa técnica, publicada por Palma y colaboradores en la revista Marine Biotecnology, se ha puesto a punto en el mero tigre Epinephelus fuscoguttatus, una especie hermafrodita protógina que alcanza la madurez sexual primero como hembra y luego como macho.
Al igual que en otras especies de peces objeto de acuicultura, el proceso de reversión sexual del mero tigre tarda varios años en condiciones naturales, sin embargo, tras el tratamiento descrito por Palma y colaboradores, la maduración del ovario y la subsiguiente aparición del testículo se obtiene prontamente, tras aproximadamente dos meses de tratamiento.
Para conseguir este resultado, los autores sintetizaron in vitro una molécula especial de ADN, técnicamente conocida cómo vector de expresión o plásmido.
En esta molécula, Palma y colaboradores introdujeron, además del gen de la hormona estimulante del folículo (FSH por su sigla en inglés), todos los elementos genéticos necesarios para que el vector, una vez introducido en el organismo de los meros, fuese capaz de producir la hormona FSH en gran cantidad y consecuentemente estimular el desarrollo de la gónada ante de tiempo.
De manera completamente diferente a las técnicas de inducción hormonal más modernas, el tratamiento de los peces con el plásmido inclusivo del gen de la hormona FSH (pFSH) no se llevó a cabo por inyección ni por implantación subcutánea de dispositivos de liberación prolongada.
Según las detalladas descripciones reportadas por los autores, tras su inclusión en liposomas en presencia del biopolímero quitosano, los vectores nanoencapsulados fueron incluidos en tabletas gelatinosas aptas para ser suministradas por vía oral a los peces.
Cabe destacar que, según lo reportado en el artículo, cada tableta se preparó para que a cada toma los peces pudiesen asumir una dosis pre establecida de plásmido (100mg de pFSH por quilogramo de pez).
En el estudio, un grupo de 12 meros de aproximadamente 750 gramos de peso y 55 centímetros de longitud, fueron tratados oralmente e individualmente con una tableta gelatinosa suministrada una vez por semana, a lo largo de 38 semanas.
En estos peces, que al principio del experimento eran hembras con ovarios inmaduros, el proceso de reversión sexual fue apreciable a través del análisis de varios parámetros, tanto bioquímicos como moleculares, a partir de las 8 semanas del tratamiento, siendo mas evidente a las 20 semanas y al final del tratamiento.
Además, a través de las imagines histológicas incluidas en el articulo, es posible apreciar la aparición y el desarrollo de las células reproductivas masculinas en la gónada y, a su vez, la progresiva disminución del tamaño de las células reproductivas femeninas que indican que en el ovario se están desarrollando los tejidos del testículo.
Los resultados del trabajo demuestran la viabilidad de una nueva técnica de inducción hormonal en peces. Esta es muy prometedora y podría extrapolarse en futuro a otras especies hermafroditas interesantes para la acuicultura. Su uso agilizaría la formación de los parques de reproductores e impulsaría la industrialización de los cultivos de estas especies haciendo que los machos sexualmente maduros necesarios para la obtención de las puestas estén disponibles en tiempos notablemente menores.
Referencia:
Palma, P., Nocillado, J., Superio, J. et al. Mar Biotechnol (2019) 21: 697. https://doi.org/10.1007/s10126-019-09914-w
Fuente: misPeces.com