Casi dos tercios de los productos del mar que comemos serán producidos mediante métodos de piscicultura en 2030, según el informe Fish to 030: Prospects for Fisheries and Aquaculture (Sector de la pesca hacia 2030: Perspectivas para la industria pesquera y la acuicultura). Este concluye que en la medida que las fuentes de la pesca se acercan a niveles máximos de captura, la acuicultura – cultivo de peces- ayudará a satisfacer la cada vez mayor demanda global de pescados y mariscos.
El nuevo documento del Banco Mundial proyecta que en 2030 la acuicultura producirá la mitad de la oferta mundial de pescados, incluyendo aquellos destinados a la alimentación y otros productos, tales como harina de pescado.
Mientras tanto, el 62% de los productos marinos que serán ingeridos por las personas vendrá de granjas piscícolas, que aumentarán la producción para satisfacer la creciente demanda, especialmente de Asia, donde se consumirá cerca del 70% del pescado. En 2030, una emergente clase media en China se convertirá en un mercado especialmente grande para este producto. Con el aumento de la inversión en acuicultura, el informe estima que este país producirá el 37% del pescado mundial y su nivel de consumo llegará al 38%.
Juergen Voegele – Director de Agricultura y Servicios Ambientales del Banco Mundial
“Existe una gran oportunidad para los países en desarrollo que están preparados para invertir en mejorar la gestión de la pesca y de la acuicultura ambientalmente sostenible”
Hacia una Acuicultura Sostenible
A medida que la población mundial avanza hacia los 9000 millones en 2050, habrá una necesidad de más alimentos y empleos, que una industria cada vez mayor como la acuicultura puede ayudar a satisfacer. Pero es necesario que esta funcione de manera responsable.
Los riesgos y las consecuencias ambientales de algunas prácticas de la acuicultura han aparecido en los titulares de noticias durante estos últimos años. Los brotes de enfermedades en el cultivo del camarón en China, Tailandia y Viet Nam, y en la crianza de salmones en Chile ilustran algunos de los desafíos de la industria. Pero el crecimiento de la acuicultura también ofrece a los países la oportunidad de ampliar y mejorar la piscicultura de modo que sea sostenible y responsable con el medioambiente.
“Continuamos viendo que la recolección excesiva e irresponsable en la pesca de captura y en la acuicultura, y los brotes de enfermedades, entre otras cosas, han afectado gravemente a la producción”, dice Juergen Voegele, director de Agricultura y Servicios Ambientales del Banco Mundial. “Existe una gran oportunidad para los países en desarrollo que están preparados para invertir en mejorar la gestión de la pesca y de la acuicultura ambientalmente sostenible”.
“La acuicultura será una parte esencial de la solución al desafío de la seguridad alimentaria mundial. Esperamos que esta industria mejore sus prácticas en consonancia con las expectativas del mercado para producir pescados y mariscos de manera sostenible y responsable”, señala Jim Anderson, asesor del Banco en los temas de pesca, acuicultura y océanos y coautor del informe.
Jim Anderson – Coautor; asesor del Banco en los temas de pesca, acuicultura y océanos
“La acuicultura será una parte esencial de la solución al desafío de la seguridad alimentaria mundial”
Una Acuicultura Responsable a Nivel Mundial
Deseosos de beneficiarse de las ventajas económicas y ambientales de la acuicultura sostenible, muchos países están ayudando a sus comunidades a mejorar la manera en que producen pescado.
Desde mayo de 2012, Viet Nam ha estado trabajando con el Banco Mundial para asistir a comunidades pesqueras en la adopción de buenas prácticas de piscicultura con el fin de manejar mejor las enfermedades y mejorar la gestión de desechos. La acuicultura sostenible también se está desarrollando en Ghana, donde se han comenzado a establecer granjas piscícolas en la región del lago Volta.
A medida que aumenta la población, la acuicultura está emergiendo como una forma de satisfacer la demanda mundial de pescado. Pero se necesita mucho trabajo para mejorar la manera en que se lleva a cabo esta técnica de cultivo. Según Voegele, “es un gran reto, pero el Banco Mundial puede ayudar a los países en desarrollo en sus esfuerzos para manejar su producción pesquera de manera sostenible a través de soluciones a la medida e innovadoras que funcionen”.
Al comprometerse a abrazar mejores prácticas de acuicultura, los países pueden producir pescados nutritivos para más personas y al mismo tiempo tener presente los impactos ambientales.
Descargue el informe para aprender más sobre “Sector de la pesca hacia 2030: Perspectivas para la industria pesquera y la acuicultura”.
Este informe contó con la contribución de los principales expertos en Economía ambiental del Grupo del Banco Mundial (GBM), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI). El documento es una actualización de un estudio anterior titulado “Sector de la pesca hacia 2020”.