La acuaponía es una tecnología sustentable que combina la acuicultura y la hidroponía.
Sus objetivos son producir peces, caracoles y acociles (cangrejos) en sistemas de recirculación, simultáneamente, hacen crecer frijol, chile y cebollín, en el agua proveniente del cultivo acuícola, la cual contiene todos los nutrientes esenciales disueltos y que son potencialmente tóxicos para los organismos acuáticos; por lo que las plantas hacen la función de un filtro biológico permitiendo que el agua del sistema permanezca apta para el cultivo.
El Sistema Acuapónico de baja intensidad (SABI) posee tres características básicas que permiten su implementación fácilmente: a) es barato, al utilizar materiales de uso común en la industria de la construcción y permitir el rehuso de materiales como botellas PET (para macetas) y contenedores plásticos de tipo industrial (para filtros), b) tiene bajo consumo energético ya que utiliza mayormente la gravedad para mover el agua y una sola bomba magnética de mínimo consumo para generar la recirculación y c) es ambientalmente amigable, ya que incluye organismos acuáticos nativos con alto potencial acuícola como el caracol tote (Pomacea flagellata), acocil (Procambarus llamasi); y vegetales como el frijol pelón (Vigna sp.), chile dulce (Capsicum sp.) y cebollín (Allium sp.),que forman parte de la cultura alimentaria de Tabasco, asimismo su consumo de agua después de llenado es bajo y la descarga de sedimentos es mínima.
La finalidad del SABI es proponer una estrategia de producción de alimentos en el traspatio familiar de las zonas rurales o periurbanas que permitan la disponibilidad y el acceso a alimentos frescos, inocuos y nutritivos de manera prolongada, y con ello coadyuvar a combatir la inseguridad alimentaria.
En SABI todo los organismos poseen una función; la tilapia es el primer consumidor y procesa el alimento balanceado, la materia orgánica producida en este primer paso es consumida por el caracol quien la reduce en volumen y es transportada en el agua a un tanque sedimentador donde es transformada por medio de bacterias en sales minerales que son absorbidas por las plantas, éstas durante su crecimiento van eliminando raíces que son consumidas por los acociles de tal manera que el agua proveniente del cultivo vegetal es biológicamente viable y finalmente es bombeada al cultivo de tilapia cerrándose el ciclo de recirculación.
El diseño del sistema permite que personas de la tercera edad, adolescentes o amas de casa puedan llevar a cabo el mantenimiento de los cultivos en apenas dos horas al día, dividido en períodos de treinta a cuarenta minutos cuando ya se ha estandarizado el sistema productivo. El SABI tiene la capacidad de producir hasta 150 kg de organismos acuático y 40 kg de vegetales en un periodo de seis meses a partir del primer mes frijol, del segundo mes caracoles y cebollín, y a partir del tercer mes tilapia y chile. Los requisitos para poder establecer este sistema de autosuficiencia alimentaria familiar son habilitar un área plana de seis por diez metros (sin árboles, troncos y piedras), agua de pozo, río o red pública (debe estar limpia y libre de sedimentos) y tener energía eléctrica de baja tensión (CFE o de origen eólico o fotoceldas).
Esta es una colaboración de El Colegio de la Frontera Sur para el Sistema de Centros de Investigación Conacyt.
Mayores informes de este proyecto:
Dr. Manuel Mendoza Carranza
Investigador ECOSUR.
mcarranza@ecosur.mx
MC. Fernando Víctor Iriarte Rodríguez
Estudiante del doctorado de ECOSUR e Investigador de la UJAT.
firiarte@ecosur.edu.mx
Fuente: Conacyt