La eficiencia productiva y la sostenibilidad en piscicultura dependen en gran medida de factores como la temperatura del agua, el peso corporal de los peces y la composición de los piensos. En este contexto, un reciente estudio realizado por investigadores de Portugal y Noruega, publicado en la revista Aquacultural Engineering, ha buscado avanzar en la optimización de la alimentación en acuicultura mediante el desarrollo de modelos matemáticos que permitan mejorar las estrategias de alimentación de la corvina (Argyrosomus regius), una especie de creciente importancia en la acuicultura mediterránea.
Estos modelos ofrecen a los productores acuícolas una herramienta precisa para estimar las necesidades nutricionales de los peces en distintas condiciones ambientales. Para su desarrollo, los investigadores evaluaron 27 modelos diferentes, organizados en cuatro categorías: modelos simples y complejos independientes de la dieta, y modelos simples y complejos dependientes de la dieta. A través del análisis de datos procedentes de 42 publicaciones científicas y 16 tablas de alimentación comerciales, se establecieron patrones que permiten predecir el consumo de pienso con mayor precisión.
Los resultados del estudio confirman que la temperatura es un factor determinante en la ingesta de alimento. En condiciones óptimas (24–29°C), los modelos más sencillos con parámetros básicos de temperatura proporcionan predicciones fiables. Sin embargo, cuando la temperatura supera este umbral, se requieren modelos más complejos que consideren los cambios metabólicos y fisiológicos de la especie. A temperaturas elevadas (superiores a los 30°C), la ingesta de alimento se reduce notablemente, probablemente debido a una combinación de mayor gasto energético y menor disponibilidad de oxígeno en el agua, factores que no fueron incluidos en esta investigación pero que podrían explorarse en estudios futuros.
El estudio también reveló que los modelos que incorporan el contenido lipídico como un factor clave en la dieta ofrecieron mejores predicciones que aquellos basados exclusivamente en la ingesta de proteínas. Esto resalta el papel de los lípidos en la eficiencia alimentaria de la corvina y sugiere que las estrategias de formulación de piensos deberían considerar con mayor atención este componente.
Uno de los hallazgos más relevantes es que los modelos que utilizan un exponente fijo de peso corporal de 2/3, en consonancia con la teoría del Presupuesto Dinámico de Energía, presentan una mayor precisión en sus predicciones. Este resultado sugiere que los requerimientos energéticos y el comportamiento alimentario de la corvina siguen patrones similares a los modelos bioenergéticos aplicados en otras especies acuícolas, lo que refuerza la solidez de estos modelos como herramientas predictivas.
Para garantizar la fiabilidad de las predicciones, los modelos fueron sometidos a un riguroso proceso de validación cruzada, con cinco iteraciones repetidas en 200 ocasiones. A pesar de esta precisión, el margen de error en las estimaciones osciló entre un 30% y un 62%, lo que refleja la variabilidad natural del consumo de alimento en los peces. Esta variabilidad sugiere que, si bien los modelos son una herramienta útil, su implementación debe complementarse con otras estrategias de monitoreo en tiempo real para ajustar la alimentación en función de las condiciones específicas de cada sistema de cultivo.
El estudio también pone de manifiesto las limitaciones de las prácticas de alimentación actuales, que en muchos casos se basan en la intuición o en tablas de alimentación estáticas. La implementación de modelos dinámicos, que incorporen factores ambientales y biológicos clave, permitiría optimizar las estrategias de alimentación, reducir el desperdicio de pienso y mejorar el rendimiento económico. Además, estos modelos pueden integrarse en herramientas digitales de gestión acuícola, como sistemas de alimentación automática o software de monitoreo de parámetros ambientales, lo que facilitaría una aplicación más eficiente en las explotaciones comerciales.
A medida que la corvina continúa consolidándose como una especie clave en la acuicultura mediterránea, la aplicación de estos modelos de referencia podría desempeñar un papel crucial en la mejora de la eficiencia productiva. No obstante, el estudio reconoce la necesidad de futuras investigaciones que amplíen la modelización a otros factores ambientales, como los niveles de oxígeno, el pH y la salinidad, para ofrecer predicciones aún más precisas. Con estas mejoras, los modelos podrían convertirse en una herramienta fundamental para el desarrollo de una acuicultura más sostenible, basada en datos y optimizada para las necesidades específicas de cada entorno de producción.
Fuente: MIS PECES