El Arapaima gigas, paiche en Perú, o piracurú en Brasil, es una especie muy apreciado por su carne que, además, muestra una alta capacidad de adaptación a condiciones de cautividad, incluso muy superiores a otras especies, lo que la hace idónea para su producción piscícola.
Para su cultivo no necesita una gran calidad de agua ya que realiza respiración aérea. La especie tolera aguas poco oxigenadas, altas concentraciones de CO2, amoniaco, nitritos y nitratos. Su crecimiento es envidiablemente rápido, en cautividad es capaz de alcanzar una talla de 2 kilogramos en un año, una cifra considerablemente muy superior a los 450 gramos que alcanzan algunos peces marinos en dos años.
Esta conocida adaptabilidad al confinamiento, ha sido avalada científicamente por un equipo de investigadores peruanos quienes han realizado un estudio sobre el efecto de la densidad de juveniles de paiche en el perfil hematológico y bioquímico en el desempeño productivo.
Los resultados han sido publicados en Latin American Journal of Aquatic Research. Daniel Paredes, autor del estudio ha señalado a misPeces que se han obtenido dos importantes conclusiones. Por una parte, que el paiche es una especie con una capacidad de adaptación hematológica y bioquímica muy alta. En el estudio, señala Paredes, “no se ha producido variación en el rendimiento productivo al incrementarse la densidad de cría”.
El paiche, señala Paredes, “es una especie con un gran potencial de producción dada su capacidad fisiológica para producir altas densidades de cría”.
El estudio se llevó a cabo en las instalaciones del laboratorio de acuicultura del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), en Pucallpa, con 180 juveniles de paiche de doce meses de edad y un peso superior a los 2 kg. Los ensayos se realizaron en tres tanques en los que se mantuvieron los peces en densidades iniciales de 103,90, 157,95 y 220,11 kilogramos por metro cúbico.
En la alimentación se usó una dieta con 45% de proteína, 10% de grasa, 2,5% fibra cruda. El tamaño del gránulo del pienso fue de 10 milímetros y se suministró a razón del 3% de la biomasa cuatro veces al día.
Los peces fueron mantenidos en estas condiciones de confinamiento durante un periodo de 90 días. Al final del periodo experimental los peces aumentaron entre 114 gramos y 184 gramos de peso y se observó que la densidad de cultivo no tuvo efectos adversos sobre el crecimiento relativo o absoluto, ni la tasa de conversión del alimento.
El trabajo ha contado con la financiación de la Universidad Nacional Agraria de la Selva y la colaboración del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana.