16 – 20 Octubre 2011
Para que la acuicultura pueda lograr su gran potencial en combatir la escasez alimentaria mundial son esenciales una buena gestión, una buena regulación y un desarrollo responsable.
En tanto, para el sector de pelágicos pequeños y de la harina de pescado, esto incluye una gestión de pesquerías basada en los derechos que mejorará la calidad del producto y abrirá más oportunidades de mercado para el consumo humano.
La Organización Internacional de Harina y Aceite de pescado (IFFO, por sus siglas en inglés) también anunció que más del 50% de la capacidad de producción de sus miembros, y casi un 30% de la capacidad mundial, ha obtenido certificación según el estándar de suministro responsable (RS) que se lanzó hace dos años. La IFFO y sus socios, entre los que se incluyen Sustainable Fisheries Partnership y la FAO, están desarrollando un programa de mejoramiento (Improvers” Programme) que permitirá que los productores con dificultades en cumplir con el estándar RS trabajen con miras a lograrlo.
La industria global
Arni Mathiesen de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) describió a grandes rasgos cómo las pesquerías y la acuicultura pueden contribuir en la alimentación y en proporcionar sustento en un mundo en el que más de 900 millones de personas están desnutridas.
Dijo que las pesquerías y el cultivo de peces emplean a 45 millones de personas a nivel mundial y que el sustento o el bienestar de 540 millones de personas, o un 8% de la población mundial, dependen de las pesquerías. Una creciente proporción de las pesquerías de capturas mundiales está sobreexplotada, agotada o recuperándose. La demanda humana de peces y mariscos llegará a cerca de 320 millones de toneladas para el 2028 con el aumento de la población y sus ingresos, pero el suministro potencial de las pesquerías de captura y de cultivo se está extrapolando a menos de 180 millones de toneladas.
“El futuro de las pesquerías de captura es maximizar el valor y mejorar la sustentabilidad, y para la acuicultura es incrementar los volúmenes y el desarrollo responsable en línea con las agendas verde, social y medioambiental”, dijo.
James Anderson del Banco Mundial asintió que una población global creciente y con más poder adquisitivo necesita más recursos, y que los océanos bien pueden ser la mejor fuente. Más personas y compañías son conscientes de las oportunidades en los océanos y vías fluviales, y están innovando para utilizarlas. La globalización ha facilitado tomar ventajas de las oportunidades.
Anderson dijo que un estimado de US$ 50 mil millones se pierde anualmente como resultado de mala regulación y mala gestión de las pesquerías.
“Buena regulación y gestión de los recursos terrestres oceánicos mejorará la seguridad alimentaria, la nutrición, creará riqueza, conservará la biodiversidad y fortalecerá la resistencia y capacidad de recuperación de las comunidades”, dijo. “Los países en desarrollo tienen una oportunidad enorme que ganar”, añadió.
Anderson resumió el programa del Banco Mundial explicando la contribución que las pesquerías y la acuicultura podrían hacer en el crecimiento y en aliviar la pobreza a través del análisis, el desarrollo de políticas, mejoramiento en regulación y gestión, transferencia de tecnología e inversiones. Puntualizó que su cartera de proyectos alcanzaba los US$ 600 millones ya comprometidos en más de 20 países para pesquerías dedicadas y proyectos de acuicultura.
Por ejemplo, en Perú ha habido un amplio consenso sobre la necesidad de reformar la gestión de las pesquerías. Asesoramiento de la FAO y del Banco Mundial junto con un préstamo de US$ 300 millones apoyaron la introducción de las leyes de cuotas individuales por embarcación.
Anderson preguntó: “¿Cuál será el mercado de los pequeños peces pelágicos, consumo humano directo, procesados como ingredientes de alto valor en comida funcional o reducidos a harina de pescado para satisfacer la demanda de un sector acuícola en aumento?”.
Él cree que la reforma en la regulación y la gestión de las pesquerías ayudarán a que el sector enfoque en las necesidades del mercado y a que una mayor proporción de pelágicos pequeños encuentre mercados de consumo humano directo. Mencionó los ejemplos de la caballa noruega y del jurel chileno y dijo que incluso había cierta evidencia de este cambio en el mercado para la anchoveta peruana.
“Los mercados de la harina y aceite de pescado han respondido al cambio,” dijo Anderson, citando el ejemplo del cambio de un 0% de harina de pescado yendo para la acuicultura en 1960 al 59% para el 2008 y el aumento en el uso de materias primas de subproductos desde muy poco hasta un 25% en estos momentos.
La industria de harina de pescado sudamericana
El país anfitrión, Perú, contribuye con un 8% de las capturas mundiales de pescado. El primer ministro peruano, Salomón Lerner Ghitis, abriendo la conferencia, dijo a los delegados que ha tenido contacto con la industria de harina y aceite de pescado por un periodo que se remonta a los últimos 40 años cuando estuvo involucrado en el inicio de la relación de comercio con China.
Lerner dijo que Perú mostraba un pronóstico general para un crecimiento económico sólido de un 6% a un 6,5% para el 2011 y que tiene fuertes reservas y baja inflación, haciéndolo un país estable y atractivo para la inversión. El Gobierno del Presidente Humala planifica mantener este crecimiento y estabilidad pero también mejorar la inclusión social al mejorar la distribución a los pobres y desarrollar la infraestructura a lo largo de los próximos diez años a 15 años. La pesca es la segunda industria más grande después de la minería, y describió el sector de la harina y aceite de pescado como “moderno, sustentable y diversificado”, y enumeró las políticas implementadas sobre los controles pesqueros y los efluentes.
El punto final de Lerner fue el interés de su Gobierno en promocionar el consumo local de pescado, como medida de garantizar la seguridad alimentaria y fomentar el desarrollo de productos de mayor valor agregado. Dijo que los pescadores artesanales formaban una parte importante entre los asuntos de inclusión social del Gobierno.
Richard Inurritegui, presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería de Perú (SNP), detalló el fortalecimiento de la gestión del recurso pesquero peruano como resultado de la cooperación entre el Instituto del Mar de Perú (Imarpe), gobiernos y la industria desde mediados de los ‘80. Dijo que esto había resultado en niveles de extracción más estables y más altos. Los controles incluyeron un enfoque ecosistémico, cuotas de captura anuales y estacionales, temporadas cerradas, áreas prohibidas, tamaños mínimos y regulaciones de equipo.
La vigilancia satelital de embarcaciones pesqueras fue introducida en el 2001, controles de los desembarques en el 2003 y Límites Máximos de Captura por Embarcación (LMCE), a veces llamados Cuotas Individuales, en el 2008.
Inurritegui enumeró la producción extensa, los beneficios ambientales y de seguridad de los LMCE incluyendo la disminución en las capturas diarias y la pesca accidental además de temporadas de pesca más largas.
“En el 2009 se llevó a cabo una pre-evaluación para la certificación internacional de las pesquerías de anchoveta bajo los estándares del Marine Stewardship Council (MSC)”, dijo Inurritegui. “Los resultados fueron positivos, concluyendo que las pesquerías de la anchoveta eran de hecho certificables y por lo tanto un proceso de certificación sería posible cuando se considere oportuno. El cambio de directrices del MSC, que se dio a principios de año, a los certificadores que evalúan pesquerías de bajo nivel trófico como la anchoveta ha provocado una revisión por la SNP. Esta revisión aún está en curso”, precisó.
Tanto los sectores indirectos (harina y aceite de pescado) como directos (para consumo humano) de la industria pesquera peruana están consolidándose e invirtiendo en nueva tecnología, según Inurritegui. Dijo que la industria de harina de pescado proporciona unos 200.000 empleos, ha invertido cuantiosamente en tecnología para cumplir con los límites máximos permisibles de emisiones y ha desarrollado productos de mayor valor añadido como la harina prime y super-prime y también aceite refinado para consumo humano. Todas las plantas han implementado HACCP y otros sistemas de control de calidad.
“La industria pesquera también se ha diversificado hacia un porcentaje más alto destinado al consumo humano directo con productos que generan mayor valor agregado, crean empleo y mejoran la seguridad alimentaria, mediante campañas para aumentar la cantidad de pescado que la gente consume,” dijo Inurritegui.
Alejandro Covarrubias del Servicio Nacional de Pesca de Chile (Sernapesca) detalló las 280 medidas de gestión operando en su país para asegurar la aplicación pertinente de, y cumplimiento con, las regulaciones pesqueras. Explicó que el objetivo era minimizar el riesgo de incumplimiento y que en los últimos años ha tenido mucho éxito.
Certificación de harina de pescado
La respuesta de la IFFO a la necesidad de la buena gestión y para satisfacer las expectativas de los consumidores en términos de sustentabilidad y seguridad ha sido la introducción de un programa de certificación para las plantas de harina y de aceite de pescado, extendiéndose para cubrir el abastecimiento responsable tanto de pescado silvestre como de materia prima de subproductos, la producción y la custodia. El director técnico de la IFFO, Andrew Jackson, reportó que 73 plantas en seis países productores principales han logrado la certificación con nueve más pendientes, todas desde el lanzamiento del programa hace dos años.
“Esto representa un 50% de la capacidad de producción de los miembros de la IFFO tanto para harina como para aceite de pescado y un 29% de la capacidad mundial total,” dijo. “Croda, que suministra aceite de pescado para consumo humano, recientemente se convirtió en la primera compañía en lograr la nueva certificación del RS de la cadena de custodia, y hay más compañías en proceso. La harina y aceite de pescado certificados bajo el RS están reconocidos como conformes con el Estándar BAP de la Global Aquaculture Alliance y también son aceptados en algunos borradores del Aquaculture Stewardship Standard.”
Duncan Leadbitter de la Sustainable Fisheries Partnership explicó por qué su compañía estaba trabajando con la IFFO para desarrollar un programa de mejoramiento para el estándar RS para ayudar a aquellas plantas y pesquerías que no pudieron lograr el Estándar RS de la IFFO. La impresión fue que esto sería especialmente relevante en Asia.
“La causa fundamental es la ausencia de una gestión eficaz de pesquerías”, dijo Leadbitter. “El desarrollo relativamente reciente de muchas pesquerías ha resultado en un enfoque sobre la abundancia a corto plazo sin ningún interés en los controles para el futuro. Esto perjudica a todos en la cadena de valor. Estamos trabajando junto con la IFFO y la FAO, con el apoyo de EWOS, para desarrollar un plan de mejoramiento basado sobre evaluaciones de pesquerías y consultas con los actores. La estrategia es generar suficiente ímpetu involucrando a las compañías, gobiernos y cuerpos intergubernamentales para atraer financiamiento y enfocar sobre mejoras en la gestión”, dijo.
Asia
Leadbitter describió Asia como la “dínamo mundial de la acuicultura”, un punto también mencionado por el Profesor Frank Asche de la Universidad de Stavanger, quien puntualizó que “el aumento en la producción asiática de peces cultivados entre el 2003 al 2011 es igual a la producción total del resto del mundo”. Asche pronosticó que Asia dominará la producción de acuicultura y que es probable que Sudamérica le siga.
Asche entonces enfocó sobre el aumento en la demanda para pescados y mariscos cultivados por parte de la creciente clases medias asiática.
“Para el 2030, un 66% de las clases medias del mundo vivirán en Asia Pacífico, particularmente en India y en China”, dijo Asche. “Las clases medias asiáticas van a convertirse en el grupo consumidor de alimentos más grande del mundo y la proporción de proteínas animales en la dieta aumenta junto con el ingreso per cápita. Por ejemplo la demanda local para pescados y mariscos en China aumentó de 7 kg por persona en 1985 a alrededor de 25 kg en el 2005 y la participación de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) del consumo global de salmónidos cultivados ha aumentado desde un 3% a un 12% entre el 2000 y el 2010”, dijo.
Asche proyectó que la demanda global para pescados y mariscos alcanzaría entre 138 y 159 millones de toneladas (MT) para el 2025. La producción de acuicultura tendría que alcanzar entre 74 y 100 MT para el 2025, un aumento de 22 o 42 MT de los niveles del 2008.
Alimentos balanceados para la acuicultura
Kjell Bjordal de EWOS explicó la importancia de los ingredientes sustentables en una compañía enfocada a la responsabilidad social corporativa como EWOS. “Priorizamos el uso de los ingredientes para alimentos balanceados que consideramos ser sostenibles, basándonos en la mejor información disponible, y continuamente mejoramos nuestra política de abastecimiento responsable a través del compromiso con los proveedores de los ingredientes de nuestros alimentos balanceados”, aseguró.
Bjordal enfatizó que el salmón era más eficiente que los animales de producción terrestres en su uso de nutrientes en los alimentos y que el cultivo de salmón también resultaba en una huella de carbono relativamente baja. Además dijo que los salmónidos eran el vector más importante para transferir los ácidos grasos Omega 3 de cadena larga a las dietas humanas. “¿Son los alimentos balanceados un tema de sustentabilidad para la cadena de valor de la acuicultura? No, la acuicultura es la manera más sustentable de transformar nutrientes de ‘bajo valor” a comida saludable para los seres humanos. La acuicultura sustentable depende de alimentos acuícolas sostenibles, que dependen del abastecimiento responsable, razón por la cual estamos trabajando con la IFFO en su programa de RS,” concluyó.
Asuntos sobre alimentación global
Las consecuencias del calentamiento global están ampliamente exageradas y son unilaterales, resultando en juicios erróneos, según Bjørn Lomborg, hablando sobre el cambio climático. Dijo que las emergencias planetarias consecuentes de Al Gore de muertes térmicas, aumento del nivel del mar, huracanes y malaria son erróneas, pueden ser tratadas o simplemente no son los temas más serios a los que se enfrenta la humanidad. Lomborg contrastó los US$ 180 mil millones necesarios para satisfacer los compromisos climáticos de Kioto en comparación con los US$ 75 mil millones necesarios para proporcionar agua potable, servicios sanitarios, asistencia médica y educación para todos.
Omega 3
Adam Ismail de la Asociación de Comercio de Omega 3 (GOED) manifestó que la mayoría del mundo desarrollado ha establecido una cantidad diaria recomendada para los ácidos grasos saludables de pescado, EPA y DHA, de hasta 1000mg/día pero la mayoría de los consumidores alrededor del mundo todavía no está consumiendo suficiente. En Estados Unidos, el bajo consumo causa 84.000 muertes anualmente solo de enfermedad cardiaca -más que del abuso de alcohol-. Para prevenir las muertes de enfermedad cardiaca a esta escala a nivel mundial se requeriría el EPA y DHA de 5,7 millones de toneladas de aceite de pescado con un 30% de EPA + DHA.
El costo global de asistencia médica, a lo largo de los próximos 20 años, de enfermedades para las cuales se estima que los Omega 3 juegan un rol en prevenir es de US$ 47 mil millones. Ismail preguntó cómo la industria de aceite de pescado puede educar a los consumidores sobre cómo los Omega 3 pueden ayudar a evitar estos costos.
Dijo que la concienciación de los Omega 3 era actualmente casi universal en las economías desarrolladas. El mensaje sobre la salud cardiaca de los Omega 3 había ingresado en los principales medios de comunicación y, por tanto, a los consumidores. Sin embargo, a pesar de ser conscientes, la mayoría de los consumidores aún no buscan aumentar su consumo de manera activa. En países en vías de desarrollo, la falta de ingresos disponibles es la razón principal del insuficiente consumo de Omega 3.
“Grandes campañas para el consumidor y la continuación de inversión en ciencia serán necesarias para maximizar los beneficios para la salud pública que los Omega 3 pueden proporcionar,” dijo Ismail.
Al comienzo de la conferencia Mathiesen de la FAO enfatizó que el pescado no solo era una fuente única de EPA y DHA sino también era una fuente única y completa de micronutrientes con una alta biodisponibilidad. Estos incluyen los minerales calcio, yodo, zinc, hierro y selenio y las vitaminas A, D y B.
“El pescado es una comida de proteína animal de calidad excelente,” puntualizó.
Respondiendo a nuestros críticos
“En Colombia Británica los ONG en contra de la salmonicultura están gastando US$ 15 en campañas por cada US$ 2 que la industria está utilizando para promoción y defensa”, según Mary Ellen Walling de British Columbia Salmon Farmers, quien aconsejo a la conferencia sobre cómo mantener la calma al tratar con los críticos. Sus cinco lecciones fueron: “Siempre estar preparado; los científicos deben hablar más alto; involucrar a la comunidad en general; entender a tus críticos; y aunar esfuerzos como industria”.
Nuevo presidente y director general
El presidente de la IFFO para el 2012 y el 2013, sirviendo por un segundo mandato, será Nils Christian Jensen de TripleNine de Dinamarca, siguiendo a Humberto Speziani de Perú. En tanto, el director general Jonathan Shepherd cederá el puesto a Andrew Mallison el 9 de noviembre y se jubilará al final de diciembre.
Shepherd puso la introducción del Estándar RS y la rápida respuesta por los miembros a la vanguardia de los logros durante sus siete años al timón de la IFFO.
“Hemos avanzado mucho y tenemos mucho de que estar orgullosos. El estándar RS y la transformación de la IFFO hacia una asociación de comercio moderna, trasparente y legalmente conforme”, subrayó. “Ahora debemos mantener el ímpetu ampliando nuestro ámbito y alcance, comunicando los beneficios de Omega 3 y continuando con el fomento de prácticas responsables”, finalizó.
La conferencia del año próximo tomará lugar en Estambul, Turquía, a finales de octubre.