Los investigadores destacan la contaminación por elementos traza de turbinas sobre los ecosistemas marinos
Un estudio realizado por un equipo de científicos liderado por Gordon J. Watson de la Facultad de Medio Ambiente y Ciencias de la Vida de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, ha identificado un riesgo significativo de contaminación por elementos traza provenientes de las turbinas eólicas marinas, lo que supone una amenaza para los ecosistemas marinos y las operaciones de acuicultura.
Según los hallazgos, las turbinas eólicas marinas liberan cantidades sustanciales de elementos traza como aluminio, zinc e indio en los entornos marinos. Aunque estos elementos son esenciales para proteger las turbinas contra la corrosión, están ingresando en los ecosistemas marinos en cantidades considerables.
Como señalan en el estudio, estos elementos pueden acumularse en especies acuícolas como ostras, mejillones y algas (kelp), especialmente cuando estas están co-ubicadas con parques eólicos marinos. Esta bioacumulación podría provocar niveles de elementos traza que superen los umbrales seguros de consumo si aumentan los niveles de contaminación.
Actualmente, las operaciones de parques eólicos marinos en Europa contribuyen con aproximadamente 3.219 toneladas de aluminio, 1.148 toneladas de zinc y 1,9 toneladas de indio al año, una cifra que se prevé aumente doce veces para 2050 a medida que se expanda la capacidad de la energía eólica marina.
La investigación también pone de manifiesto importantes lagunas en el monitoreo ambiental y en la regulación. Las Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIAs) realizadas antes de la construcción de parques eólicos marinos a menudo no consideran la liberación a largo plazo de elementos traza. Además, el monitoreo posterior a la construcción es poco frecuente, lo que genera una falta de datos para evaluar los riesgos continuos.
Para mitigar estos riesgos, el estudio recomienda varias medidas, entre ellas, la transición a sistemas avanzados de protección contra la corrosión, como la Protección Catódica de Corriente Impresa (Impressed Current Cathodic Protection, ICCP), que puede reducir drásticamente las emisiones de elementos traza.
También se sugiere aplicar recubrimientos protectores a las estructuras de las turbinas, aunque es necesaria más investigación para evaluar los posibles efectos toxicológicos de estos recubrimientos. El estudio propone extender el monitoreo ambiental para cubrir las fases operativas y de desmantelamiento, así como establecer umbrales sólidos para los elementos traza en los productos de acuicultura con el fin de proteger a los consumidores y garantizar la sostenibilidad de la industria.
Los parques eólicos marinos siguen siendo un pilar de las estrategias globales de energía renovable, y Europa apunta a alcanzar una capacidad de 354 GW para 2050. Sin embargo, como revela este estudio, los compromisos ambientales asociados con la expansión de los parques eólicos marinos deben gestionarse cuidadosamente para equilibrar los objetivos climáticos con la salud de los ecosistemas marinos.
A medida que las naciones avanzan hacia la descarbonización, esta investigación sirve como un recordatorio crucial: el desarrollo sostenible exige un enfoque holístico que tenga en cuenta tanto los beneficios como los riesgos potenciales de las tecnologías emergentes.
Fuente: MIS PECES.COM