Iniciativa beneficiará a cerca de 800 familias dedicadas a la crianza de truchas y pacos.
Alrededor de 800 familias de 20 distritos del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en la región Junín, Ayacucho y Cusco, optimizarán la cadena de valor piscícola. La población fortalecerán sus criaderos de trucha, con el apoyo de Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Esto contará con asistencia técnica personalizada y escuelas de campo. Espacios de capacitación en diseño y construcción de unidades acuícolas, así como producción y siembra de alevinos. También se trabajará en la prevención de enfermedades, cosecha, comercialización, entre otros.
Devida señaló que en el 2023 se produjo 250 toneladas de pescado, entre trucha y paco. Para este 2024 se prevé la producción de más de 300 toneladas.
“Con la venta mejoró la economía y la calidad de vida de mi familia”, refiere Carmen Ayala Hilario, beneficiaria de la comunidad de Puerto Mayo, en Pichari. La crianza de pacos le genera ingresos económicos, que obtiene de la venta en las ferias sabatinas del lugar.
Además de las oportunidades económicas que genera, contribuye directamente a la mejora de la nutrición infantil. Los productos piscícolas son una fuente importante de proteínas y nutrientes esenciales. Su disponibilidad local ayuda a combatir la desnutrición focalizada en esta zona.
A su vez, las familias dedicadas a esta actividad generarán una fuente de alimento dentro del eje de sus hogares y permitirá otorgar más alternativas, en contra de actividades ilícitas.