Se probará una combinación de harina de insectos, biomasa de microalgas y aguas de cocción procedentes de la fabricación de conservas de atún
Anfaco-Cecopesca acaba de poner en marcha el proyecto Alternfeed para evaluar la combinación de tres ingredientes en la fabricación de piensos para acuicultura: harina de insectos, biomasa de microalgas y aguas de cocción procedentes de la fabricación de conservas de atún.
Hasta ahora, la incorporación de materias primas alternativas en los piensos de acuicultura solo se había tratado de forma individual, pero sin tener en cuenta las propiedades de su posible combinación. La iniciativa pretende buscar alimentos más sostenibles, y es que alrededor del año 2030 la acuicultura será la principal fuente de productos pesqueros en el mundo.
Ahora mismo, el sustento de las especies de acuicultura se basa fundamentalmente en el aceite y la harina de pescado, la soja y el aceite de krill, un menú que ejerce una presión importante sobre el ecosistema marítimo y terrestre.
La primera fase se dedicará a la producción de diferentes microalgas y a la optimización de su cultivo, para obtener un producto de alta calidad rico en ácidos grasos esenciales.
Además, se analizarán varias aguas de cocción con el fin de elegir la más idónea para recuperar la fracción de lípidos y proteínas, mediante la centrifugación y concentración de membranas, respectivamente.
Por último, la empresa Nutrinsect será la encargada de suministrar harina de larvas Acheta Domesticus, Tenebrio Molitor y Hermatia Illucens, alimentadas a base de subproductos vegetales. El Centro Tecnológico Cartif caracterizará los ingredientes extraídos, formulará dietas y optimizará el proceso de extrusión para lograr gránulos de alta calidad, con el fin de conseguir piensos destinados a alimentar dos especies de interés para la acuicultura en nuestro país: la corvina y la trucha.
Anfaco-Cecopesca ya ha probado a utilizar ingredientes naturales, también en el proceso de cría y engorde de la trucha: extracto de ajo, jengibre en polvo y ácido caprílico, en lugar de biocidas.
Fuente: La voz de Galicia