Industria 4.0, Internet de las Cosas, Realidad virtual, Inteligencia Artificial, blockchain o big data son palabras con las que hemos cerrado el año y que cada vez se oyen más en relación al futuro desarrollo de la acuicultura mundial.
Durante 2019 seguiremos hablando de Acuicultura 4.0 – con más intensidad si cabe como si fuera algo que ya está a la vuelta de la esquina o que incluso ya está pasando. Nada más lejano de la realidad es una tecnología que llegará sin duda, pero que aún necesita madurar.
La acuicultura, le pese a quien le pese, sigue siendo un negocio muy atomizado que no permite a las empresas emprender grandes inversiones en el desarrollo de tecnología de Comunicación en Información, ya que, en ocasiones, se les hace difícil justificar el retorno a pesar que detrás de toda infraestructura de control de parámetros vamos a mejorar aspectos clave como la rentabilidad de la producción, el uso eficiente de los recursos, mejoras en la bioseguridad e inocuidad.
Este acceso a la tecnología podría mejorarse con la subvención de proyectos tecnológicos, a modo de plataformas, que agrupen tanto a empresas tecnológicas como productoras de manera que las primeras puedan dotar a las segundas de tecnología en aspectos clave que en el que no haya competencia.
Sin embargo, previamente, se deberán fortalecer las habilidades del personal profesional y técnico cualificado en estos nuevos instrumentos; y para ello, es importante la participación de la academia, a veces, poco desarrollada en estas tecnologías. De hecho, es todavía común o realmente es lo común encontrar centros de investigación con salas de cultivos experimentales con un bajo control de parámetros, sensorización o automatización.
Mejorar estas infraestructuras debe ser el reto planteado para los próximos años, de manera que, en poco tiempo, podamos hablar de Acuicultura 4.0 con conocimiento de causa. Por ahora, y no es poca cosa, ya podemos contar con empresas que desarrollan esta tecnología de sensorización y automatización de los procesos de acuicultura.
Fuente: Mis peces