Central Telefónica (115) 616 2222 anexo 4260
España: El estudio evalúa el éxito del cultivo de chernas en diversas condiciones, y proporciona información sobre el desarrollo esquelético, deformidades y su impacto en la especie
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) han desarrollado con éxito un protocolo de cultivo larvario para la Polyprion americanus, un pez comúnmente conocido como cherna. Su reciente estudio, publicado en la revista científica Aquaculture, arroja luz sobre el inmenso potencial que esta especie tiene para la acuicultura comercial.
Este protocolo ha sido posible gracias al trabajo que viene realizando el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO desde 2008, donde ha mantenido un stock de reproductores desde entonces. Los esfuerzos recientes han explorado diversas condiciones de incubación de huevos y cultivo larvario, sentando las bases para futuras producciones a escala comercial.
La cría de chernas ha enfrentado durante mucho tiempo los desafíos asociados con la supervivencia y calidad de las larvas en cautividad. El equipo del IEO, a través de una extensa experimentación, ha abordado este obstáculo, brindando esperanza a la industria acuícola. El estudio no solo evalúa el éxito del cultivo de chernas en diversas condiciones, sino que también proporciona información sobre el desarrollo esquelético, deformidades y su impacto en la especie, fundamentales para mejorar las prácticas futuras de cultivo.
La investigación rastreó la supervivencia y calidad de las larvas hasta 70 días después de la eclosión, destacando varios hallazgos clave. Las chernas exhibieron una fecundidad notablemente alta, pero bajas tasas de eclosión y una incidencia significativa de deformidades presentaron desafíos.
Por primera vez, el estudio profundizó en la formación esquelética en las larvas de cherna, utilizando 632 muestras. En el estudio descubrieron que el 60% de las larvas mostraron deformidades en la boca, un factor principal que contribuye a las bajas tasas de supervivencia. Además, se identificaron problemas con la correcta formación de la vejiga natatoria relacionados con deformidades en la columna, como la lordosis.
Las larvas de cherna, al igual que las de muchos peces marinos, comienzan con una etapa inicial altamente subdesarrollada. Condiciones de cultivo subóptimas pueden llevar a desviaciones en el desarrollo normal, como deformidades esqueléticas.
Curiosamente, el estudio encontró que la temperatura durante la fase de alimentación endógena no estaba relacionada con las deformidades en la boca ni con la supervivencia, mientras que la intensidad de la luz influía significativamente en la supervivencia larvaria 20 días después de la eclosión.
Como expican desde el IEO, la última década de investigación ha sido un esfuerzo colaborativo con el Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (IGAFA), el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) y el Aquarium Finisterrae. Estas colaboraciones, financiadas por fuentes regionales, nacionales y europeas, han dado como resultado un protocolo de cultivo preliminar para la especie, listo para ser transferido a la industria de la acuicultura.
La cherna, conocida como ‘mero gallego’ o ‘mero de roca’ en Galicia y el norte de España, es una especie altamente atractiva para la acuicultura debido a su rápido crecimiento y alto valor en el mercado.
En cautividad, los individuos pueden alcanzar dos kilogramos en aproximadamente un año, un logro notable en comparación con otras especies como el lubina y la dorada, que requieren alrededor de un año y medio para alcanzar los 400 gramos. Con la disminución de las poblaciones silvestres y la escasez de carne de alta calidad, las chernas capturadas en la pesca pueden alcanzar precios que oscilan entre los 20 y los 70 euros por kilogramo, ofreciendo márgenes de beneficio significativos para las empresas. Además, la naturaleza dócil de la cherna simplifica su manejo diario y su cría en cautividad.
Como recuerdan, este estudio fue cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) bajo el proyecto NEWSPEC, señalando un futuro prometedor para el cultivo comercial de la cherna.
Fuente: misPeces.com
