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A mediados de marzo, el Programa Estratégico Mesoregional Salmón Más Sustentable de CORFO anunciaba su asociación con The Yield Lab, organismo vinculado al fondo de inversión AgTech de Estados Unidos, la cual apoya innovaciones que apuntan a la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, invirtiendo y acelerando en todo el mundo empresas de alto impacto en etapa inicial.
La razón detrás de esta unión fue la entrada de The Yield Lab al rubro de la acuicultura a través del Global Aquaculture Challenge, desafío en el que participaron 180 empresas y emprendedores vinculados a la actividad acuícola de todo el mundo -incluido Chile- para tener la oportunidad de conectarse con la comunidad del fondo de inversión AgTech.
“Claramente el proceso será muy desafiante y la evaluación será muy rigurosa, sin embargo, confiamos en que las propuestas nacionales cumplan con creces y avancen hasta el final, ya que sabemos que nuestra industria cuenta con actores de clase mundial”, señalaba en su momento Gonzalo Romero, gerente del Programa Estratégico Mesoregional Salmón Más Sustentable de CORFO.
Y efectivamente así fue, pues hace poco menos de un mes la organización del Desafío anunció a las 8 compañías finalistas de su cohorte 2021, entre las cuales se encuentra la startup nacional Salmokine, liderada por el Biólogo de la PUCV y Doctor en Biotecnología de la UNAB, Jorn Bethke; y el Bioquímico de la PUCV y Doctor en Biotecnología de la UNAB Cristián Valenzuela, profesionales con amplia trayectoria en inmunología y patología de peces.
Salmokine
Surgida en 2017, esta compañía emergente de biotecnología se centra en la innovación y desarrollo de nuevas alternativas para los problemas sanitarios de la industria salmonera local e internacional, enfocándose principalmente en la producción de inmunoactivadores.
Se trata de una proteína (molécula) recombinante que es capaz de modular la inmunidad y estimular la expresión de péptidos antimicrobianos, proporcionando protección contra varios patógenos sin causar una reacción inflamatoria exacerbada.
“En primer lugar tomamos proteínas que son del pez, luego las analizamos por bioinformática para diseñar nuevas o las adaptamos y optimizamos para su expresión en levadura. Posteriormente, las expresamos de manera recombinante en las levaduras transformadas y purificamos las proteínas, para finalmente usar las proteínas para tratar a los peces”, explicó Jörn Bethke.
“Hasta ahora todo esto se ha validado a nivel celular y también en bioensayo. Partimos en laboratorio viendo la funcionalidad directa de la molécula en el plano celular, y funcionaba bien, con un aumento de marcadores inmunes importantes. Entonces, partiendo de esa base, el enfoque era complementar vacunas y aumentar la protección frente a diferentes bacterias. Luego pasamos a otra escala que fue probar ensayos in vivo en peces en condiciones controladas contra Tenacibaculum y SRS, obteniendo un porcentaje relativo de supervivencia del 85 y 50% respectivamente”, destacó Cristián Valenzuela.
Con dichos resultados es que ahora Salmokine apunta hacia la consolidación de la molécula como producto, planteándose su utilización en conjunto con las vacunas comerciales existentes, donde la función de la primera es proteger al pez mientras se genera la inmunidad específica de la vacuna.
“Como activadora de inmunidad innata, la proteína protege al pez en corto plazo, lo que es una gran ventaja considerando que en los procesos de vacunación el animal sufre estrés y ello lo inmunodeprime, quedando en riesgo de sufrir brotes infecciosos bacterianos en esa ventana”, detalló Bethke.
En todo este camino -que no ha estado ajeno a las dificultades del último año y medio propias del contexto de pandemia- Salmokine ha contado con el apoyo de FAV, relación que según sus protagonistas significa un círculo virtuoso, pues precisamente el escalamiento comercial comercial de esta proteína vendría a potenciar la efectividad de las vacunas desarrolladas por este tipo de farmacéuticas.
Global Aquaculture Challenge
En Salmokine se encuentran muy contentos por poder participar de esta gran iniciativa, la que sin lugar a dudas será un aporte enorme para su crecimiento como empresa.
“Partimos hace dos semanas con las primeras mentorías, conociendo también a las demás startups del grupo de 8 finalistas. Las actividades contemplan una duración de 3 meses, con charlas con stakeholders y gente involucrada con la industria acuícola en diferentes especies, además de la realización de un pitch para presentar la innovación que estamos desarrollando. La idea es poder entusiasmar a inversionistas y personas que quieran colaborar con nosotros”, señaló Bethke.
Finalmente, cabe destacar que el Global Aquaculture Challenge culminará en un seminario web de difusión mundial en octubre de 2021, frente a cientos de inversores y gran parte de la industria de la acuicultura.
Un panel de jueces de alto nivel otorgará distintos reconocimientos, incluyendo un gran premio de $100.000 dólares.
Fuente: Mundo Acuícola
