07 de junio de 2012
Al igual que se desarrolla en muchos países asiáticos, en nuestro país también se puede practicar el cultivo integrado de arroz con peces, en aquellas parcelas que trabajan con el método inundado. Con esta tecnología se pueden lograr diversos beneficios, entre los que se podrían citar: i) en un mismo terreno y con la misma agua se obtiene arroz y peces (en nuestro caso tilapia), ii) los peces aportan con el control biológico de plagas y plantas no deseables, reduciendo la necesidad de fumigación y herbicidas, iii) los peces aportan abono orgánico para los cultivos de arroz, reduciendo la necesidad de abonamiento, iv) el rendimiento del arroz se ve favorecido por la remoción de nutrientes, v) se puede trabajar de modo simultáneo o alternadamente, pudiendo utilizarse las parcelas todo el año, vii) el pez que se obtiene puede mejorar la alimentación del campesino o comercializarse y generarle beneficios económicos (seguridad alimentaria) y viii) los peces, además, destruyen mosquitos y caracoles, colaborando con la salud pública.
Es en ese sentido que la Dirección General de Acuicultura del Ministerio de la Producción, con la finalidad de expandir el desarrollo de la acuicultura con actividades agronómicas, a través de la consultora AQUA 21 EIRL, viene ejecutando una experiencia piloto en terrenos arroceros en distritos de extrema pobreza del Bajo Piura (Región Piura).
El objetivo principal de estas experiencias es -por ahora- comprobar y demostrar la viabilidad del cultivo integrado, independientemente de la producción de peces que se logre, pues aún se deben afinar diversas variables para luego masificar sus beneficios en las decenas de miles de hectáreas arroceras existentes en el norte y oriente peruanos.
Los ejemplares de “tilapia”, debidamente aclimatados y contabilizados se sembraron en parcelas y allí quedaron hasta su cosecha sin interferir en nada con el cultivo agrícola, que es el prioritario. Los peces se alimentaron de las poblaciones naturales de insectos, lombrices, malezas indeseables y otros organismos que se encontraban en las parcelas. Los parceleros son debidamente entrenados (“aprender – haciendo”) y son responsables en conjunto de los resultados de las experiencias.