Los neuropéptidos están demostrando ser una alternativa muy prometedora a otras terapias tradicionales
Cada día la ciencia pone a disposición de la acuicultura nuevo conocimiento para el desarrollo de soluciones prácticas que contribuyan a mejorar la resistencia a enfermedades microbianas. Una de las que se posicionan como futura terapia es la relativa al Péptido Activador de la Adenilato Ciclasa de la Pituitaria (PACAP), un neuropéptido que es usado como inmunoestimulante natural en peces y mamíferos, y que también podría ser eficaz en el cultivo de langostinos Litopenaeus vannamei, el crustáceo decápodo más producido en el mundo.
Aunque el uso de neuropéptidos en acuicultura no es completamente nuevo, su aplicación está en una etapa temprana de investigación y desarrollo. De ahí la importancia del estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana, en Cuba, que ha probado una variante de PACAP.
La variante de neuropéptido probada, PACAP-3, según ha señalado en un trabajo publicado en la revista científica Comparative Immunology Reports, ha mejorado los parámetros inmunológicos clave en camarones juveniles, como el conteo total de hemocitos, la actividad de fenoloxidasa y la expresión de genes relacionados con la respuesta inmune.
Esto hace que el neuropéptido sea propuesto como alternativa emergente a los antibióticos.
Los juveniles de langostino fueron proporcionados por un criadero en Yaguacam, ubicado en Cienfuegos. Este centro proporcionó un entorno controlado para realizar bioensayos y evaluar los efectos inmunoduladores del PACAP y sus variantes.
Por su parte, tanto la forma nativa de PACAP como las variantes modificadas fueron sintetizados por Bio Basic Canada Inc. Todas las secuencias del neuropéptido se sintetizaron con una pureza mínima de 95%, asegurando la calidad necesaria para los ensayos experimentales.
Los investigadores explican que la variante PACAP-3 a una dosis de 10 microgramos por peso corporal mostró ser más prometedora, con mejoras notables en la respuesta inmune de los langostinos. Los investigadores observaron un incremento en la actividad de fenoloxidasa y la expresión de genes inmunológicos como HSP-70 y ?2-macroglobulina.
Los efectos inmunomoduladores variaron según la dosis y el tejido analizado (hemocitos, branquias y hepatopáncreas). Por ejemplo, en las branquias, PACAP-3 mostró un aumento significativo en la expresión de HSP-70, mientras que en el hepatopáncreas, PACAP-4 estimuló la expresión de genes relacionados con la lisozima.
Entre otras implicaciones, la implementación de tratamientos basados en PACAP ayudaría a reducir el uso de terapias químicas, disminuir las pérdidas económicas por brotes de enfermedades y mejorar la sostenibilidad de las granjas acuícolas.
Los próximos pasos a seguir incluyen pruebas en condiciones de granja para evaluar la eficacia de este neuropéptido frente a patógenos vivos y el desarrollo de protocolos de aplicación a gran escala.
En una siguiente fase será importante desarrollar un método viable técnicamente y económicamente. Por el momento, la aplicación práctica puede llevarse a cabo a través de inyección directa, inmersión en baños, incorporándolos en el alimento, o a través de microinyección o nanoencapsulación. Todas ellas con sus ventajas y limitaciones específicas.
Fuente: MISPECES.COM