Aunque la acuicultura cada vez está más tecnificada, todavía está lejos de desarrollarse como lo están haciendo otras industrias agroalimentarias en el mundo, donde los avances en tecnologías como Big Data, robótica, Internet de las Cosas o Simulación, son cada vez más frecuentes dentro del proceso productivo.
Todas estas nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y los desarrollos Operacionales a través de sensores de última generación, tienen como destino servir de palanca a las aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial que están por llegar. Las granjas marinas inteligentes no serán una opción de futuro, serán un reto de adopción por parte de los acuicultores. Aquellos que sean capaces de subirse a la Cuarta Revolución tendrán más posibilidades de éxito en un mundo cada vez más competitivo y globalizado.
La buena noticia es que todavía estamos a tiempo de subirnos a la ola. Aquellos que decidan tomar el camino en esta dirección parten con las mismas posibilidades que el resto.
Sin embargo, llegar hasta una Acuicultura 4.0 no estará exento de desafíos, siendo el más importante de todos, el de aportar al mercado productos de mayor calidad, eficiencia, rendimiento y mantenimiento preventivo.
El sector en este desafío deberá ser capaz de atraer nuevos talentos en TIC y mejorar las habilidades de los que ya están trabajando; realizar cambios estructurales en las organizaciones reasignando al personal a las nuevas responsabilidades que se generen; avanzar en ciberseguridad; y dotar a las granjas de acceso a 4G, y en un futuro al 5G, pues no debe olvidarse que, Internet, es el medio de conexión de todas las operaciones.
En el plano económico, los costes de implantación de la Inteligencia Artificial deberán de bajar si queremos que las empresas puedan acceder a esta revolución. Según datos de Siemens Financial Services, el 64 por ciento de las empresas consideran ésta una barrera fundamental para dar el salto a la digitalización.
Pero todo ello, una vez se incorpore al proceso de las empresas hará que se entreguen a los consumidores peces y mariscos de mayor calidad producidos en entornos más sostenibles.
Nota:
Acuicultura 4.0, el camino hacia la inteligencia de las granjas marinas
Fuente: Mis peces