El método es conocido como genotipado del sexo y permite mejorar la planificación de la reproducción y producción de estos peces amazónicos
Una prueba rápida de análisis de ADN – conocida como genotipado del sexo – es suficiente para saber el sexo de los alevines de paiche, también conocido como pirarucu (Arapaima gigas), una especie amazónica de alto interés comercial. También permite descifrar el sexo otra especie amazónica de interés como la cachama, también conocida como gamitana (Colossoma macropomun).
La identificación de la cachama visualmente solo se alcanza a partir del tercer año, una vez que los peces maduran. Lo cual implica un largo periodo de espera. En el caso de Arapaima es más crítico ya que los productores deben esperar entre cuatro y cinco años, y confiar en métodos costosos y poco fiables.
El avance, que permite comercializar juveniles de un mismo sexo a través de un servicio de pruebas genéticas, ha sido desarrollado por investigadores de Embrapa en asociación con científicos franceses, alemanes y escoceses. Se esta manera también se puede hacer una buena selección de reproductores de manera temprana.
El método, además, no es invasivo, ni se limita como los anteriores a periodos reproductivos y costosos.
La metodología solo necesita una pequeña cantidad de moco del pez, o una muestra de 0,5 centímetros de aleta caudal, por lo que se considera “poco invasivo”. Además, tiene una precisión del 90% en animales jóvenes y en adultos, por lo que debe considerarse una prueba “robusta y eficiente”.
Gracias a este avance, señalan los investigadores, los productores podrán mejorar la programación de su producción de ambas especies con un enorme potencial piscícola.
La tecnología es altamente eficiente para crear bancos de reproductores ya que una vez identificados, los peces deben ser marcados con un microship. En el caso de los juveniles, también puede servir para crear lotes separados de machos y de hembras, según el objetivo de producción.